MAGDALENAS DE NATA

MAGDALENAS DE NATA

Esta receta, es muy popular en el foro de Mundorecetas, yo la copie, lo confieso del Blog de Auro. Creo que su éxito radica en su sabor a pueblo, a magdalenas de las de antes.

Habeis visto ese anuncio del salchichon en el que el abuelo le dice a su nieto que "las cosas buenas, no deberían cambiar nunca", pues a eso saben estas magadalenas.

Pensando en esto me acordé de mi abuela Paulina, ella vivió media vida en su pueblo y media en Madrid, pero siempre tuvo la referencia de volver al pueblo. Ya cuando estaba muy enferma, y estaba lejos de aqui, una de las pocas maneras de traerla de vuelta a nuestra realidad, era si le decias "Abuela, ¿nos vamos al pueblo?, y entonces volvia de donde quiera que estuviera, e intentaba ponerse en marcha.

Cuando mi hermana y yo eramos pequeñas, siempre ibamos una semana al pueblo con mis abuelos, y ella, mi abuela, se levantaba temprano e iba a una vaquería a traer leche recién ordeñada, aun cuando ya estaba prohibida su venta, porque para ella no habia otra mejor. Seguro que tenia razón, pero mi hermana y yo , como niñas de ciudad que eramos, nos quejabamos de que tenia nata, que sabia a queso...¡¡¡ y al final, ella acababa yendo a la tienda a compra un cartón de leche.

Ingredientes:

350 de Harina

250 de Azúcar

250 de giraso

l100 de nata

1 sobre de levadura royal

4 huevos

Batimos los huevos con el azúcar, hasta que estos estén blanquecinos, para que cojan suficiente aire, cuando ya estén le agragamos la ralladura de limón.

Le agragamos la nata y el aceite sin dejar de batir.

Por último agregamos la harina y la levadura tamizándolas.

Dejamos reposar 10 minutos, para uqe la levadura vaya haciendo efecto y mientras precalentamos el horno a 230º.

Rellenamos los papelillos de la magdalenas, y epolvoreamos azúcar por encima de la masa.

Lo metemos al horno, bajando la temperatura a 210º.

Vigilar las magdalenas, es conveniente ponerlas primero un buen rato con calor solo por abajo , y luego tambien por arriba, para que no se nos tuesten demasiado. Pero como cada horno es un mundo, dependerá de cada quien.